


Una de las campañas publicitarias más emblemáticas en la historia del marketing moderno es, sin duda, Think Different de Apple. Lanzada en 1997, esta campaña fue concebida por el publicista Lee Clow y su agencia TBWA, en un momento crucial para la compañía, cuando atravesaba dificultades financieras y necesitaba redefinir su identidad. Lo revolucionario de esta estrategia fue su enfoque completamente alejado del producto: no se mostraba ni un solo computador, ni se hablaba de especificaciones técnicas. En su lugar, se celebraba el pensamiento disruptivo y la creatividad de figuras históricas, posicionando a Apple como una marca para aquellos que se atreven a desafiar lo establecido.
El mensaje central de Think Different apelaba directamente a la emoción y a la inspiración, algo poco común en la publicidad tecnológica de la época. En lugar de enfocarse en el hardware o software, Apple eligió honrar a personas como Albert Einstein, Martin Luther King Jr., Mahatma Gandhi, y Pablo Picasso, entre otros. Estos personajes, reconocidos por haber cambiado el mundo con ideas revolucionarias, eran presentados como íconos del pensamiento independiente, reforzando así la promesa de la marca: Apple es para quienes piensan distinto.
Esta estrategia supuso un cambio de paradigma en la forma de comunicar valor en el mercado tecnológico. Mientras otras marcas competían por mostrar quién tenía el procesador más rápido o la mejor resolución de pantalla, Apple apostó por conectar con los ideales y aspiraciones de su audiencia. Think Different no vendía computadoras; vendía una filosofía, una identidad, una forma de ver el mundo. Y al hacerlo, generó una fidelidad de marca que perdura hasta hoy.
Además, esta campaña ayudó a consolidar el liderazgo de Steve Jobs en su regreso a la empresa, y a reposicionar a Apple como una compañía innovadora, creativa y visionaria. Fue una jugada de branding magistral, que cambió la forma en que las empresas tecnológicas se comunican con sus consumidores. La campaña no solo fue un éxito publicitario, sino también un catalizador en la transformación de Apple en una de las marcas más valiosas del planeta.
Think Different es mucho más que una campaña publicitaria: es un manifiesto de innovación, creatividad y coraje. Al elegir no mostrar productos, sino valores, Apple enseñó que en un mundo saturado de información y competencia, la diferencia no está solo en lo que se vende, sino en cómo se piensa. Y pensar diferente, como bien lo demostraron los protagonistas de esta campaña, es muchas veces el primer paso para cambiar el mundo.